sábado, 28 de enero de 2012

Estructura del conocimiento humano

He recibido múltiples comentarios sobre los artículos que he publicado en este blog y he observado que hay una mala interpretación que se repite, constantemente.
Pretendo entonces resolver ciertas dudas y malas interpretaciones con este artículo, en donde explicaré el esquema, la estructura del saber humano, estableciendo las diferencias que hay entre la Lógica, las teorías, las creencias, los dogmas y las cosmovisiones o paradigmas.

Una de las confusiones habituales que surgen de la reflexión que la gente hace cuando lee mis artículos, tiene que ver con el lenguaje descriptivo, con los conceptos que utilizo para describir todo este nuevo paradigma. Este problema tiene que ver con que no se ha entendido que lo que estoy planteando es una nuevo paradigma, por tanto, el significado, la definición que tienen los conceptos que uso para describir esta nueva forma de entender el Universo, son distintos a los significados que tienen en otros paradigmas, es precisamente por eso que he comenzado re-defininiendo conceptos tales como Organismo, Espacio o Dimensiones, de manera tal que cuando digo Organismo, Espacio o Dimensiones dentro del desarrollo de lo que llamo Tercer Paradigma, no se debe ni puede entender de la misma exacta manera que se entiende cuando estas palabras son usadas dentro del marco del Paradigma científico (Segundo Paradigma). Precisamente una de las razones por las cuales ni en el primer paradigma (mítico) ni en el segundo paradigma (científico) podíamos ver satisfecha nuestra aspiración de una descripción lógica, coherente y Universalmente válida del Universo, es porque en estas cosmovisiones el lenguaje, el sistema conceptual (los conceptos y la forma en que se relacionan) no es ni será nunca coherente, ni como sistema en sí, ni contrastado con la realidad.

Epistemología y Gnoseología.

Desde el punto de vista del análisis que hago en estos artículos, lo que el ser humano llama conocimiento se ha desarrollado de una manera especifica que veremos más abajo. Antes quisiera establecer la diferencia entre conocer, creer, entender y comprender.

Tanto dentro de la epistemología como de la gnoseología el ser humano sitúa a las creencias religiosas como un tipo de conocimiento o vía de conocimiento. Para mi es claro que hay importantes distancias entre creer, conocer, entender y comprender.

Conocer: Conocer es simplemente darse cuenta de algo, percibirlo. Puedo conocer lo que llamamos dolor, color, sabor, amor, Universo, gente, mundo, sociedad, comunidad, etc.

Creer: Creer es tener una explicación ilógica o incompleta (en desarrollo o intuitiva) de lo que se conoce. Cree aquel que intenta darse una explicación o adoptar una explicación pero, dicha explicación o descripción no resulta, ni consistente con lo que es posible conocer (percibir) ni con la lógica. Por ejemplo uno puede creer que la Luna está hecha de queso, lo que explicaría la razón por la cual está llena de cráteres, o podría creer que existen partículas indivisibles de las cuales está hecho todo el Universo, lo que explicaría el comportamiento mecánico que aparenta tener el Universo, sin embargo no se cuenta con un sistema conceptual coherente para que podamos llamarlo con propiedad, entendimiento. Aquí las incoherencias del sistema pueden ser de dos tipos.
1-      Incoherencias del sistema conceptual en sí mismo: Ocurren cuando la simple y sola definición del concepto ya es errónea, por ejemplo, para el caso de lo que Demócrito llamó átomo y lo que la ciencia llama partículas indivisibles. El concepto de algo indivisible (atómico) es de por sí erróneo ya que la división o indivisión de algo no puede ser jamás una cualidad del objeto que se pretende definir, sino que depende de la interacción entre un objeto cualquiera y alguien que intente dividirlo (ver los videos)
2-      Incoherencias del sistema conceptual con la realidad percibida, conocida. Por ejemplo, cuando uso el concepto de Caballo alado. El concepto en sí mismo no está mal definido, teóricamente podría existir un caballo alado, pero no ha sido percibido de ninguna manera, no se ha podido observar su participación en los fenómenos del Universo de ninguna otra manera que no sea como elemento mitológico.

Entender: Entiende aquel que es capaz de dar una explicación racional a un fenómeno cualquiera más allá de si ha podido conocer o no dicho fenómeno. Por ejemplo, cuando una persona es capaz de, usando un sistema conceptual coherente, dar una explicación lógica sobre el movimiento de traslación de un planeta, independientemente de si el movimiento de este planeta es una cuestión que conoce, que percibe o percibido por sí mismo, de manera, directa (con sus sentidos) o indirectamente (con aparatos tecnológicos que le permiten ampliar su percepción).

Comprender: Comprende aquel que, además de entender y percibir un fenómeno cualquiera, ha incorporado dicho fenómeno a sí mismo como si esto formara parte de él, sea de la manera que sea (o que corresponda). Por ejemplo, una persona cualquiera puede entender el funcionamiento de una bicicleta y ha observado como se maneja una, pero jamás ha podido, por sí mismo, manejar una bicicleta, mucho menos al punto de controlarla como si esta formara parta de su propio cuerpo. Cuando logra controlarla como si formara parte de su propio cuerpo, entonces podemos hablar de que comprende el funcionamiento de la bicicleta, no solo la conoce, cree en ella o la entiende simplemente.

Desarrollo del conocimiento humano.

En el intento del ser humano por comunicar lo que conoce (percibe), cree, entiende y/o comprende, se han desarrollado una serie de doctrinas religiosas, corrientes filosóficas, teorías científicas, cosmovisiones de diversa índole que tratan de sistematizar una serie de descripciones o explicaciones de los fenómenos que ocurren en el Universo.
El esquema de todas estas creencias, dogmas, cosmovisiones y teorías que tengo en mente y que planteo para que se entienda el desarrollo histórico de lo que el ser humano llama conocimiento, es el siguiente.

Primero tenemos los Paradigmas o Cosmovisiones, que son los más amplios márgenes dentro de los cuales se desarrolla una línea de explicación posible, acá encontramos por ejemplo, lo que llamo paradigmas o cosmovisiones míticas, que son el Primer Paradigma que usa el ser humano, en el cual las explicaciones de los fenómenos del Universo se reducen al comportamiento y relación existente entre una divinidad o una serie de divinidades con la naturaleza o con otras divinidades.
Luego comienza a surgir la filosofía y, dentro de ella, el ser humano desarrolla una herramienta fundamental sobre la cual resulta posible estructurar una interpretación universalmente válida y coherente del Universo, la Lógica.
Es importante entender que la Lógica es una herramienta que nos permite desarrollar una interpretación del Universo y que ésta herramienta es usada (con las limitaciones y contradicciones analizadas en este blog) por la Ciencia, pero que no es patrimonio exclusivo de la cosmovisión científica, vale decir, es posible y necesario estructurar una cosmovisión distinta a la cosmovisión científica con la herramienta de la Lógica, precisamente además, porque el Paradigma científico está en contradicciones lógicas que dejan en evidencia la obsolescencia de la Ciencia como interpretación de los fenómenos del Universo.

La Cosmovisión científica es UNA de las vías de desarrollo posible del conocimiento, estructuradas sobre la base de la Lógica, pero es una vía errada, equivocada.
Lo que propongo y hago es explorar una vía de desarrollo posible del conocimiento humano estructurado sobre la base de la Lógica que supere o enmiende las contradicciones de la Cosmovisión científica. Nada tengo en contra de la ciencia ni de los científicos, muy por el contrario, simplemente resulta evidente que las bases del Paradigma científico fueron fundados en premisas erradas que, por lo tanto, nos han llevado a la construcción de una interpretación errada. Tampoco resulta sorpresivo que así sea, después de todo estas premisas erradas surgen en un momento histórico en el cual el razonamiento, la lógica y la observación estaba en pañales, era muy precaria.

Entendamos entonces que la Estructura del Conocimiento humano, haciendo una analogía, es similar a la estructura de las normas jurídicas. Las leyes tienes un orden jerárquico en cuya cima se encuentran (en términos generales) los tratados internacionales, luego de eso están las constituciones de cada Estado, luego las Leyes, etc. En la estructura del conocimiento humano y por razones distintas, están primero los Paradigmas o Cosmovisiones, luego de ello es posible realizar especulaciones de tipo teórica que deben estar en coherencia con el paradigma, y luego, podemos comprobar la valides de dichas teorías gracias a la observación empírica. Esta estructura jerárquica, esta forma de indagar los fenómenos del Universo más la herramienta de la Lógica y la observación empírica, no cambian en el Tercer Paradigma, lo que cambia es el Paradigma y, por lo tanto, las especulaciones teóricas posibles de indagar con el Tercer Paradigma y los conceptos, el lenguaje, el sistema conceptual que necesitamos para describir el Universo de una manera totalmente nueva.

Espero, por tanto, que no sea necesario volver a aclarar la necesidad de redefinir los conceptos que tenemos (y que son los únicos que tenemos) de forma tal que nos permitan comenzar a transitar hacia una nueva cosmovisión.
Este proceso ya ha sido llevado adelante, cuando se pasó (algunos todavía no pasan) del primer paradigma (mítico) al segundo paradigma (científico) en donde conceptos tales como "voluntad divina" son reemplazados por conceptos tales como "fuerzas de la naturaleza".

Como el lenguaje que tenemos y usamos ha sido completamente articulado bajo el alero del Primer y Segundo paradigma, es necesario tomar los conceptos que, en su riqueza, permitan arrojar luz sobre este Tercer Paradigma, no quedando (de momento) más remedio que redefinir los conceptos que ya usamos para comunicar una Cosmovisión que, de otra manera, estaría muda.